Si tiene usted la intención de criar aves ornamentales, deberá considerar primero qué condiciones podrá ofrecer a sus huéspedes alados. De habitar un piso en la ciudad, un jardín, deberá optar por especies que puedan vivir en exterior, en un balcón o en una terraza. No pretenda tener otro tipo de aves, salvo que pueda instalarlas en una pajarera, por lo menos en verano. Existe un principio válido para todos los futuros criadores: es conveniente comenzar con especies de pájaros poco exigentes, con el fin de adquirir la experiencia indispensable para poder lanzarse más adelante a la cría de especies más exóticas y por también más exigentes. Entre las aves de crianza fácil, podemos citar el canario, el bengalí, el diamante, ciertas especies de faisanes, el paddo, los tejedores, las cotorritas, especialmente la cotorra de obispillo rojo. Sólo una vez decidido qué especie vamos a criar, procederemos a comprar o construir las instalaciones para la cría, así como los demás accesorios.
INSTALACIÓN DE JAULAS Y PAJARERAS
Jaulas
Si desea mantener en interior una sola pareja o un número pequeño de pájaros, lo habitual es instalarlos en una jaula. Una buena es de tipo caja con la parte delantera enrejada. Las jaulas empleadas para la nidificación pueden tener una puerta más pequeña en un lateral; por allí se introducirán el nidal, las jaulillas, etc. Las jaulas redondas, con torrecillas y otros adornos, resultan totalmente inapropiadas. La disposición interior de la jaula deberá adaptarse a las necesidades de la especie que va a vivir en ella.
Jaula-caja con pared anterior enrejada y una o dos puertas. La puerta puede ser también lateral. El fondo es doble y móvil para permitir una limpieza fácil.
Existe un principio esencial según el cual cuanto más grande sea la jaula, mejor será la salud de los pájaros. Las dimensiones mínimas de una jaula debenrián ser de 100 x 40 x 70 cm. La distancia entre los barrotes dependerá del tamaño de las aves que queramos criar; como medida general, la distancia entre los barrotes no deberá nunca permitir que el ave pueda meter la cabeza. En lugar de la disposición tradicionalmente vertical de los barrotes, algunos criadores recomiendan la horizontal. De esta manera, los pájaros pueden observarse mejor y no se deterioran tanto las plumas de la cola. Las jaulas más grandes suelen ser de tela metálica. Para pintar los barrotes de alambre o la tela metálica, deberá emplearse siempre una pintura negra no tóxica. Se colocarán en la jaula algunas ramas fuertes de manzano, sauce, abedul, o bien una vara hecha con una ramita de avellano, de fresno, de sauce negro, etc. Es importante no colocar demasiadas varas en la jaula (el pájaro debe poder volar en ella y no saltar) y preocuparse de que las varas estén siempre limpias. Si esas ramillas se encuentran situadas demasiado cerca de las paredes, el pájaro podría dañarse o quebrarse las plumas de la cola. La vara nunca deberá ser tan fina que el pájaro pueda asirla completamente entre sus garras. En la base de la jaula, extenderemos una capa de arena de río; para las especies que tienen excrementos líquidos, habremos de colocar un papel o turba, que cambiaremos diariamente. En las jaulas destinadas a la nidificación de pequeños pájaros cantores, además de las varas se colocarán algunas ramitas de mimbre o de confieras en las que el pájaro pueda establecer su nido. Para el baño, deberá engancharse una pequeña bañera exterior; pero si la jaula es más amplia, se colocará en el fondo un recipiente suficientemente grande lleno de agua. El lugar donde colocar la jaula es muy importante. Deberá permanecer allí permanentemente, ya que los pájaros se acostumbran en seguida a su lugar y cualquier cambio les resulta desagradable.
La vara
Resulta conveniente para un loro grande, perfectamente domesticado. Se trata esencialmente de una rama grande o de un árbol en miniatura donde el pájaro pueda trepar. El grosor y la altura deberán determinarse cuidadosamente. La vara debe clavarse en un soporte de madera provisto de una chapa y relleno de arena, donde caerán los excrementos y los desperdicios de la alimentación. Se engancharán sólidamente a la vara los platillos de porcelana con el alimento y el agua. La varilla resulta particularmente conveniente para el guacamayo, la amazona, la cacatúa y las especies grandes de loris. Sin embargo, a veces sucede que el loro necesita mucho tiempo para habituarse a su vara. Durante la noche, los pájaros deberán permanecer enjaulados. A veces, se ata al loro a la vara por medio de una cadenilla que le rodea la pata, lo que generalmente resulta conveniente desde el punto de vista estético, humanitario o sanitario.
Pajera de jardín
Es el espacio ideal para la cría de aves. Antes de construirla, hay que decidir una vez más qué especie de pájaro se desea criar. Existen diversos tipos de pajareras, que se diferencian tanto por los detalles como por las dimensiones. Pueden alinearse varias pajareras una al lado de la otra e instalar una sola, según las posibilidades del terreno y el gusto del criador. Toda pajarera deberá constar de dos partes principales: el espacio de vuelo exterior y el espacio cubierto interior, protegido, cuando menos, por un pequeño techo. La pajarera debe ser más profunda que ancha. En el croquis se expone un ejemplo de una para loros grandes. La pajarera deberá construirse sobre una base dura, preferentemente de hormigón. Dicha base deberá estar enterrada por lo menos unos 50 cm. La estructura externa ha de ser de madera o de tubos de metal. Dicha estructura deberá tener una tela metálica, que dependerá del tamaño de las aves. Estará protegida por un barniz, que puede ser bituminoso. Para la construcción de la parte interior cubierta pueden emplearse ladrillos, madera, etc. Este lugar deberá mantenerse siempre bien aislado, al amparo de los ratones. Hay que separar el espacio de vuelo del espacio interior mediante una mampara de vidrio doble o construida con cuarterones de cristal a fin de que la luz pueda penetrar en el interior. En el tercio superior se colocará la abertura de vuelo, que ha de ser suficientemente grande para que las aves puedan pasar por ella sin correr el riesgo de lastimarse. Para cerrar esta abertura, lo mejor es emplear una chapa bastante fuerte accionada por un hilo de nailon sólido.
Vista lateral de una pajarera exterior para especies grandes de psitácidos: a) pasillo de protección, b) espacio exterior de vuelo, c) espacio interior cubierto, d) pasillo de manipulación, e) altura de la pajarera, f) hilo de nailon para la manipulación, g) paneles prefabricados de la pajarera, de metal o madera.
que pase por una polea situada sobre la parte reservada para el vuelo, engan-chada a la pared anterior. Lo más importante es que la parte interior se encuentre perfectamente aislada por un techo, a fin de que no se recaliente en verano. Para el aislamiento puede utilizarse poliestireno, fibra de vidrio o cualquier otro material aislante.
La instalación interior de una pajarera dependerá de la especie de aves que hemos decidido criar. Sin embargo, sólo deberá introducirse lo absolutamente necesario (comedores, bebederos, etc.). Las aves deben disponer de la mayor libertad de movimientos posible; por tanto habrá que pensar cuidadosamente en las plantas que vamos a colocar en la pajarera en función del tipo de aves que queramos criar. En la base de tierra de la pajarera sembraromos hierba. Se colocarán otras plantas alrededor de la pajarera para que no tenga aspecto desnudo. En las esquinas convienen las plantas trepadoras, y frente a la pajarera deberán plantarse rosales, salvias, begonias, etc.
La pajarera puede instalarse también en un balcón o en una terraza; es preferible que esté orientada hacia el Sur, aunque el Oeste y el Este también pueden resultar adecuados. Lo importante es que esté protegida del viento. La pureza debe estar bien sujeta para que los pájaros no puedan escapar. Se recomienda instalar una pequeña antecámara frente a la puerta de entrada.
Habitación para pájaros
Es una habitación entera organizada como pajarera, donde los pájaros se puedan mover libremente. La habitación tiene la ventaja de ser un lugar fácil de climatizar y donde los pajarillos puedan encontrarse bien protegidos de la lluvia, la niebla y la intemperie. En dicho cuarto, la ventana deberá ser lo más grande posible y estar orientada hacia el Este o el Sur, para que los pájaros reciban la suficiente cantidad de rayos solares. Frente a la ventana hay que colocar un marco con una tela metálica cerrada, a fin de que la habitación pueda ser ventilada a menudo y dejarla abierta de par en par durante el verano. Las paredes deberán estar pintadas con pintura blanca o encaladas. Como medida de higiene, las pintaremos todos los años, añadiendo un producto desinfectante a la pintura. En otoño y en invierno, prolongaremos las horas de luz por medio de iluminación artificial. Cada fuente de luz o de calor estará protegida por una rejilla. En cuanto a la instalación interior, el procedimiento es similar al de una pajarera de terraza o de jardín, teniendo en cuenta antes que nada la especie de aves que deseamos criar. En una parte del suelo, que debe ser impermeable y sin grietas, esparciremos arena de río bien limpia y otra parte la recubriremos con turba o serrín. Si al entrar en la habitación de las aves estás pueden escaparse por la puerta, deberá instalarse en el interior, frente a la puerta de entrada, una estructura de tela metálica que haga las veces de antecámara.
COMPRA, MANIPULACIÓN Y TRANSPORTE DE AVES
Una vez terminada la instalación, el siguiente paso es la compra de las aves. Para un criador principiante es aconsejable comenzar con la cría de especies corrientes, no muy caras, que le permitirán adquirir cierta experiencia. Si se puede, deberá ir personalmente a elegir los pájaros, en una tienda especializada o directamente a un criador. Para la crianza, se comprarán los pájaros por parejas, dando siempre preferencia a los jóvenes de cría, que cuidaremos hasta que alcancen la edad adulta. Resulta conveniente adquirir varios individuos no emparentados de una especie y permitir que ellos mismos elijan su pareja. En el momento de la compra, en primer lugar deberá observarse bien la actitud de los pajarillos; luego, su aspecto exterior. Plumas lisas, tupidas, el ojo claro y la vitalidad del pájaro darán fe de su buen estado de salud.
Al tomar el pájaro en la mano conviene hacerlo con precaución, ya que el mero hecho de que lo agarren provoca en toda ave un pánico físico y psíquico. Se puede coger a los pájaros con el menor daño posible utilizando una red similar a la de los entomólogos. Una vez agarrado, se le sujeta en la mano y se procede a examinarlo: estado del pico, peso, estado de las plumas alrededor del obsipillo (secas y limpias), estado de las patas, observar si todos los dedos y las uñas están en buen estado. Conviene recabar información del vendedor acerca de las necesidades del ave, cómo alimentarla y tipo de alimento, sus manifestaciones exteriores, etc.
Para transportar a los pájaros, lo más cómodo es una cajita especial de madera. Esta caja puede comprarse en tiendas especializadas o fabricarla uno mismo con tablillas delgadas o contrachapado de 1,5 a 2 cm de grosor. Los pájaros recién comprados no deberán soltarse directamente entre los otros; permanecerán en una jaula aparte para permanecer en observación durante
unos días. Para incorporarlos al grupo, no deberán cogerse con la mano, sino que habrá que esperar, una vez abierta la puertecilla, a que salgan por sí solos. Al principio deberán recibir el alimento al que estaban acostumbrados. También es conveniente enviar al veterinario sus excrementos para que proceda a su análisis.
En caso de haber importado pájaros del extranjero o de haberlos comprado en una firma de importación de un país extranjero, deberán mantenerse en cuarentena, siguiendo las indicaciones específicas para su adecuada aclimatación.
ALIMENTACIÓN DE LAS AVES
Las aves extraen del alimento su energía, las sustancias necesarias para el desarrollo de su organismo y para asegurar el funcionamiento de sus diferentes órganos. Todo criador debe esforzarse en proporcionar a sus aves la alimentación más variada y mejor posible. En la alimentación de las aves, resulta necesario observar algunas reglas fundamentales: la ración debe incluir una variedad suficiente. Cada criador debe observar lo que sus aves aceptan con más agrado. Hay que ofrecerles siempre la combinación más rica posible. La comida deberá ser fresca, limpia y libre de toda mezcla. La verdura deberá lavarse a fondo y enjugarse bien. Establecer la ración cotidiana de un ave no es tarea sencilla. Cada especie tiene sus propias necesidades, que incluso varían a lo largo de las diferentes etapas de la cría. En el momento en que nidifican es cuando se muestran más exigentes en cuanto a la composición de sus alimentos.
Desde el punto de vista práctico, puede dividirse la alimentación de las aves en cinco grupos principales:
a) Alimento de origen vegetal. Se trata de la fuente principal de glúcidos o hidratos de carbono, de albúmina de origen vegetal, vitaminas, sustancias minerales y agua. Es el alimento básico de la mayoría de los colúmbidos, gallináceas, loros y pájaros cantores. Se lo proporcionan sobre todo los granos. La hierba constituye un componente importante de la alimentación de los pájaros. Casi todas las especies la necesitan. Su valor nutritivo reside sobre todo en el yodo, el cloruro de sodio, el manganeso y las vitaminas. Los pájaros tienen absoluta necesidad de frutas, de verdura y de diversas bayas. En la práctica, deberá ofrecerse a todas las especies de aves, y durante todo el año, manzanas y peras; en la estación adecuada, albaricoques, melocotones, todas las ciruelas, grosellas rojas, uvas, fresas. A ciertos loros y a los colúmbidos se les puede proporcionar también plátanos, naranjas, higos y frutas tropicales. Las frutas conviene darlas siempre en pequeñas cantidades, y no dejaremos de observar regularmente los excrementos para verificar que no se producen diarreas. La zanahoria es un alimento muy importante, pues posee un elevado índice de caroteno, mucho azúcar y su acción dietética es muy favorable. Resulta conveniente prácticamente para todas las especies. Se les puede dar entera o rallada. Las ramas frescas que se dan a los loros tienen una importancia singular, ya que al roerlas absorben celulosa, ciertos elementos necesarios y vitaminas. Daremos preferencia a las ramas de árboles frutales, de sauce y de arce.
b) Alimento de origen animal. Se trata de la fuente principal de hidratos de carbono, necesarios sobre todo en el momento de la formación de un organismo joven. No puede reemplazarse con ninguna otra sustancia. Resulta muy importante en la época de la reproducción y del crecimiento de los polluelos. Además de proporcionarles insectos en sus diversas etapas de evolución, como larvas, enquitreidos y cladócereos, también puede dárseles leche hervida azucarada, así como huevos y miel. Algunos pájaros toman el huevo crudo, pero casi siempre hay que dárselo duro. La miel de abejas tiene un efecto antibiótico y contiene en setenta y cinco por ciento de azúcar. Se administrará diluida en agua, como bebida, a razón de una cucharada sopera de miel por litro de agua.
c) Vitaminas y sustancias minerales. No constituyen una fuente de energía, pero resultan absolutamente indispensables para la vida. Las aves que reciben una alimentación abundante y variada, y que viven en un ambiente soleado encuentran todas las vitaminas necesarias en su alimento y no sufren de avitaminosis. La vitamina A aumenta la resistencia a las infecciones y se proporciona a las aves en la zanahoria, las verduras frescas, la ortiga, la yema de huevo y la grasa de pescado. La vitamina B es un complejo de vitaminas. Influyen en la actividad nerviosa, la asimilación de glúcidos, grasas y de los hidratos de carbono de origen vegetal. Se le suministra a las aves en forma de levadura seca incorporada a un cebo blando. La vitamina D es necesaria para establecer el equilibrio entre el calcio y el fósforo del organismo. La exposición a los rayos del sol es la que crea esta función en el cuerpo. En invierno, se administrará un poco de aceite de pescado (una cucharada de café por kilo de grano). La vitamina E resulta favorable para la fecundidad de los pájaros y actúa favorablemente sobre el sistema nervioso. Se encuentra en los granos germinados y puede agregarse al cebo de huevo algunas gotas de aceite de germen de trigo. Aproximadamente una vez por semana, se administrará a las aves preparados sintéticos de vitaminas disueltos en el agua, sobre todo en invierno. Las aves encuentran las sustancias minerales necesarias en su alimento y en general no sufren carencias. Deberá seguirse de cerca el aporte de sustancias minerales, especialmente en el momento en que se preparan para la nidificación o durante la muda. Se les proporcionarán entonces cáscaras de huevo trituradas, huesos de sepia, rvoques viejos de paredes, sal de cocina, etcéteras. También podemos encontrar en las tiendas especializadas grava, minerales y toda una serie de preparados.
d) Los complementos. Resultan indispensables para una buena digestión. Se les suministrará un poco de arena, carbón de madera y a veces madera podrida. La arena es indispensable para una buena trituración de los alimentos. El carbón de madera absorbe los gases excedentes y los líquidos en el intestino, pues contiene rastros de cal, de fósforo y de potasio.
e) El agua. Resulta indispensable para todas las funciones vitales. Se administrará a las aves en cantidad suficiente, teniendo la precaución de que esté limpia y sea potable. Hay que cambiarla todos los días. A veces habrá que cambiarla incluso en el transcurso del día.
HIGIENE ANIMAL Y ASISTENCIA VETERINARIA EN LA CRÍA DE AVES
Aun cuando se le proporcionen todos los cuidados, puede suceder que un pájaro caiga enfermo. Será necesario entonces prodigarle atención médica y, dado que no es fácil que por nosotros mismos reconozcamos de qué enfermedad se trata, tendremos que recurrir, por supuesto, a un veterinario especialista en enfermedades de las aves. Pero, para un criador, lo más importante es poder prevenir la enfermedad. Algunos elementos de protección son: poner en cuarentena a las aves recién adquiridas, una perfecta higiene y la desinfección de las instalaciones, la detección rápida de la enfermedad y el aislamiento inmediato del ave enferma. Si se desea criar sin que se presenten problemas de salud, hay que cuidar sistemáticamente el orden, la limpieza de las jaulas y las pajareras, eliminando regularmente de las mismas todos los desperdicios y restos de comida. Se procederá a desinfecciones preventivas. Todos los espacios y utensilios deberán limpiarse y desinfectarse, así como todos los recipientes de uso habitual. Si se carece de experiencia, puede suceder que la enfermedad de un pájaro pase desapercibida. Por ello, si comprueba que tiene las plumas erizadas, los ojos sin brillo, que no canta, que duerme a menudo, se ensucia el plumaje, o permanece junto al comedero sin comer, hay que aislarlo de inmediato y colocarlo en una jaula-enfermería. Aislar a tiempo un pájaro enfermo reviste gran importancia. En general, un ave enferma no acepta la comida o bien lo hace en muy pequeñas cantidades; sin embargo, deberá tener siempre un poco a su disposición. La comida deberá ser fácilmente digerible; por tanto, no le daremos ni hierbas ni mezclas de huevo. Para beber, le ofreceremos una infusión de manzanilla o té. A título preventivo, mandaremos analizar los excrementos de todas las aves dos veces al año. Si no sabe cómo curar a un ave enferma, debe recurrir sin demora a un veterinario especializado en aves. Una vez determinado el diagnóstico, hay que comenzar de inmediato el tratamiento.